¿QUIÉN EXPLOTA A QUIÉN?

(...)

El civismo contiene todas las enseñanzas para que los hermanos conciudadanos de un pueblo aprendan a mantenerse unidos, siempre unidos, sin permitir jamás que nadie rompa esa unidad, con cizañas, odios y malevolencias que sólo conducen a la lucha fraticida que no es más que la caída en el abismo de las pasiones políticas. El hecho de tener diferencias de criterios políticos no debe ser jamás causa de discordias entre los hermanos conciudadanos. Porque si esto sucede serán fácilmente sojuzgados y oprimidos por los demagogos o políticos que aprovecharán la mar revuelta de dichas pasiones.

Es cierto que hay atropellos de unos para otros.
Es cierto también que hay explotación de unos por otros. Pero, dentro del libre ejercicio de la oferta y la demanda del rendimiento laboral se ha definido acaso en todas las circunstancias ¿quién explota a quien?

Todos conocemos que hay humanos cuyo rendimiento laboral es superior a la remuneración que reciben y por lo tanto, es indispensable que se reconozca el justiprecio de su trabajo, a la vez que se determina una mejor distribución de los derechos a la riqueza por igual. De no ser así, indiscutiblemente se estará explotando a este trabajador. También es cierto que existen por igual –quizá en unos pueblos más que en otros– humanos irresponsables, desidiosos, perezosos, vividores y aprovechadores, cuyo trabajo es de tan bajo rendimiento que proporcionándoles trabajo por la sola comida, sin sueldo alguno, resultan estar explotando a la empresa o al patrono que los contrató.
Este tipo de hombres son conformistas o son inconformistas. Si son conformistas jamás reclamarán porque tienen conciencia de que por la sola comida están bien remunerados.

Si son inconformistas, en su codicia de usufructuar de los derechos justos de quienes si merecen el justiprecio de su rendimiento, argumentarán astutamente los principios anarquistas de que “la dignidad humana” exige la distribución de los derechos y las riquezas por igual, sin tener en realidad dignidad humana para avergonzarse de su delictivo aprovechamiento de cualidades positivas que no le pertenecen. Argumentará que todo trabajo es capital, porque no es capaz de comprender que si bien es cierto que todo trabajo bien hecho y rápidamente ejecutado es capital es también cierto que un trabajo mal hecho o morosamente ejecutado no solamente no es capital sino que a más de ser la quiebra y destrucción del capital, es un vil pago a quien le proporcionó trabajo.

Estas lacras laborales de la sociedad son en gran parte las causantes del atropello y la explotación que sufren sus compañeros diligentes y responsables porque los patrones juzgarán por igual a todos desmereciendo el justo derecho de unos por culpa de los otros.

La vigencia siempre actual del viejo lema incaico: “Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla”... (“No robes, no seas ocioso, no mientas), es hoy como ayer la determinante que explica en la balanza ética del civismo las causas preponderantes de la problemática de nuestros pueblos.

Hay quienes sienten orgullo y cierto sentimiento de grandeza cuando se cita este lema incaico. Al parecer existe una gran confusión en la interpretación de las razones que existieron para que se constituyese tal lema en una de las más propagadas del imperio incaico.

Una enseñanza o un lema de objetivos cívicos o morales sólo puede tener un fin específico, y es concretamente, tratar de erradicar tales males que se censuran con tanta persistencia.

“Ama Sua, Ama Kella y Ama Llulla” no son pues más que los grandes males de la negatividad satánica que los dirigentes han tratado de eliminar de entre la idiosincrasia de nuestros pueblos.

La vigencia operativa de este lema es de por sí la demostración de que hoy como ayer siguen siendo estos vicios nuestro principal problema social.

Todos los intentos moralizadores que se han efectuado con el fin de arrancar estas delictivas características del temperamento de nuestros pueblos han sido insuficientes porque lamentablemente la propagación de estos vicios ha alcanzado desde hace mucho tiempo a los representantes de la autoridad y hasta a los dirigentes de la sociedad.

La superación de la problemática de nuestra sociedad no podrá lograrse jamás mientras imperen estos delitos.

La evolución cultural ha permitido así mismo que estas taras se diversificaran hasta las más inverosímiles formas de acción, que complementadas con la anarquía y la demagogia han originado sutiles argumentos jurídicos y filosóficos que no buscan otra cosa distinta a las ya reconocidas históricamente.

Hermanos conciudadanos cuando escuchemos o veamos por algún sitio este lema “Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla”, sintamos vergüenza, porque esa es la señal con que nos marcaron los incas cual estigma tenebroso. Es un reto el que tenemos con la posteridad y que debemos laborar para que en un mañana, las generaciones venideras puedan decir con orgullo : Hubo una vez que a nuestro pueblo se le impuso este lema: “..........”, pero hoy gracias a tales y cuales generaciones ha sido eliminado este lema porque ya no existe en nosotros tal negatividad.

Es innegable que existen malos patrones. Pero a estos no se les podrá eliminar mientras existan malos los trabajadores, porque la delictuosidad del uno fortificará la del otro. Es necesario pues que se eduque con los hábitos positivos de la diligencia, la responsabilidad, el cumplimiento etc. etc.; si es que se quieren superar estas incompatibles situaciones laborales.
(...)
Shikry Gama, 1974
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Comments:
Es evidente que, en la mayoría de los casos, los trabajadores son los explotados.

Más aún, cabe hacerse la pregunta: ¿es el desempleo parte esencial del sistema capitalista? La evidencia empírica indica que sí. El desempleo implica, necesariamente, pobreza. Es decir, la pobreza es parte del sistema capitalista. En otras palabras, es necesario que hayan pobres para que hayan ricos: es parte del sistema. Y al ser parte de él, su presencia le da estabilidad y continuidad.
 
Añado que hay muchos que hacemos trabajos silenciosos
y con grandes logros y aveces necesitamos el apoyo
desinteresado de alguien pero no hay respuesta porque
le espera una gran prueba de la lucha por lograr que
un grupo humano cambie y logre su desarrollo y
erradique eso que identifica a todo peruano el
egoismo, la envidia, el protagonismo,etc.

Atentamente,
 
no hay explotacion, sino quien se deja explotar el mundo es un sistema ya establecido que cambia a menudo al igual que las personas, no hay civismo porque no hay conciencia, y no hay conciencia porque no hay recursos.

por otro lado existe el gen de la pobreza y el gen del explota, personas que les gusta su situacion . Al pais lo va a cambiar una persona , no todos ojala que el proximo presidente este rodeado de gente con buenos principios y moral sobre todo, al igual que los congresistas.

saludos

su amigo carlos herbias
 
LA FONTAINE REVISADO



Había una vez una Hormiguita y una Cigarra que eran muy amigas..........

Durante todo el otoño la Hormiguita trabajó sin parar, almacenando

comida para el invierno...



No aprovechó el sol, la brisa suave del fin de tarde, ni de la charla con amigos tomando una cervecita después de un día de labor.

Mientras, la Cigarra sólo andaba cantando con los amigos en los bares de la ciudad, no desperdició ni un minuto siquiera cantó durante todo el otoño, bailó, aprovechó el sol, disfrutó muchísimo sin preocuparse por el mal tiempo que estaba por venir.

Pasados unos días empezó el frío, la Hormiguita, exhausta de tanto

trabajar se metió en su pobre guarida repleta hasta el techo de comida. Pero,

alguien la llamó por su nombre desde afuera y cuando abrió la

puerta tuvo una sorpresa cuando vio a su amiga Cigarra dentro de un Ferrari y con

un valioso abrigo de pieles.



La Cigarra le dice:

Hola, amiga! Voy a pasar el invierno en París. ¿Podrías cuidar de mi casita?



La Hormiguita respondió: pero claro, no hay problema. Pero ¿qué ocurrió?

¿Dónde conseguiste el dinero para ir a París, comprar este Ferrari, y ese abrigo tan bonito y caro?



Y la Cigarra respondió: imagínate que yo estaba cantando en un bar la semana pasada y a un productor le gustó mi voz.. Firmé un contrato para hacer shows en París. A propósito, ¿necesitás algo de allá?



Si, dijo la Hormiguita. Si te encuentras con La Fontaine (autor de la fábula original), mándalo de mi parte a la mierda.



Moraleja: Aproveche la vida, dosifica el trabajo y la diversión, pues trabajar demasiado sólo trae beneficios en las fábulas de La Fontaine.

Trabaje, pero disfrute de la vida, ella es única. Si no encuentra

su media naranja, no se desanime, busque un medio limón, póngale azúcar,

aguardiente y hielo y sea feliz... Y recuerde, vivir sólo para trabajar le hace muy bien.... al patrimonio del Patrón!!



Doris Carbajal D.
 
amigo no entiendo nada:
solo se que en el Peru la mano de obra es barata.
 
No comparto muchas de las opiniones drásticas vertidas en el texto enviado, el odio que siente uno por personas ó por varis cosas que sucedadn en nuestro entorno hace que no tenga una armonia en su vida, que tenga suerte y fe en si mismo que las cosas y juicios que se llevan se hara aqui y en otra vida, transmitiondose a su familias futuras, obre bien para su futuro.

Muy buenas noches distinguido escritor de lineas con cargas negativas, una chica a la escucha.

Mss.Lee
 
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