A la Opinión Pública

Muchos delitos y/o faltas -en los que involuntariamente incurren los contribuyentes- son consecuencia de una maquinación deliberada de la legislación de los deberes cívicos y políticos que busca el resarcimiento de los menos favorecidos a costa de los incautos contribuyentes que son acosados con interminables infracciones.
Como cuando se modifican las normas de transito y de otros rubros, con el propósito de inducir a transgresiones que incrementen la cobranza de multas y papeletas de transito.
O como cuando con arbitrariedad se imponen injustos deberes tributarios que inevitablemente conducirán al incumplimiento y a la quiebra de los contribuyentes. (Como lo hecho del día de ayer 25.11.04 por el congreso que impone un arbitrario impuesto que castiga el éxito y la inversión, en lugar de recortar los dispendiosos gastos del Estado).

Como ya se ha constatado en más de una oportunidad,
Con el maquiavélico argumento del bien social, se expolia a los ciudadanos para favorecer el enriquecimiento ilícito de los políticos corruptos que manipulan la hacienda pública para justificar una innecesaria burocracia y obtener pingues recaudaciones que son malversadas con el contubernio de sus compinches instalados en los cargos públicos.

Por evidencias ya comprobadas, considerando que aún siendo independientes los Poderes del Estado pueden entrar en complicidad, es imperioso corregir las imperfecciones del sistema, concediendo a la soberanía del pueblo y a su inalienable derecho de autodeterminación plebiscitaria[1], aprobar o desaprobar las leyes a las que los pueblos acuerdan someterse, concediendo a los gobiernos de turno, sólo el derecho de aprobar decretos leyes que no atenten contra el espíritu de equidad de las leyes.

Mientras continúe conculcándose a la ciudadanía el ejercicio de su derecho de autodeterminación, es impostergable la urgencia de modificar radicalmente el perverso Código Tributario que, como es de público conocimiento, en base a meras presunciones y supuestos permite un arbitrario abuso de la legalidad (“discrecionalidad”) para expoliar a la ciudadanía como si esta fuese una “granja” de propiedad Estatal, esclavos al servicio de los excesos de los gobiernos de turno.

Es tiempo ya de que los ciudadanos ejerzamos, en completa libertad, nuestros
derechos naturales, asumiendo las consecuencias de nuestros errores y gozando de nuestros aciertos.

Es tiempo de que nos liberemos de este maquiavélico paternalismo que ha hecho de las grandes mayorías ciudadanos filialistas, dependientes del Estado Gobierno, para convertirnos en auténticos ciudadanos libres, cumplidores de nuestros deberes y respetuosos del derecho ajeno.

José Gregorio Fernández de Paredes Ferreyros
D.N.I. 07697132
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[1]Con fecha 23.11.04, un congresista, luego de nuestras reiteradas denuncias (ver Exacción Tributaria) ha presentado el Proyecto de Ley Nº 12011-2004 que propone la modificación del artículo 74 de la constitución: “Todo nuevo tributo y sus exoneraciones debe ser ratificado por Consulta Popular a través de Referéndum”. Propuesta que los ciudadanos contribuyentes tenemos la oportunidad de apoyar para liberarnos de la arbitrariedad tributaria de la que todos -en mayor o menor proporción- somos víctimas.
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